Cuentacuentos 14-5-2007
FRASE DE LA SEMANA: “Ni siquiera tuvo tiempo de despedirse”
En recuerdo de Kiko en el primer aniversario de su pérdida.
Ni siquiera tuvo tiempo de despedirse, pero ya hace un año que falta entre nosotros y lo que soy yo, no he podido dejar de pensar en él ni una sola semana cuando llega la hora de escribir y publicar el relato correspondiente.
Kilo era un enamorado de su pueblo alicantino. Agost, era el mundo que había conocido en sus cortos veinte años. Tanto significaba para él, que dio título con su nombre a su blog y a su nik virtual. Sus pocos más de 4.000 habitantes, también fueron su angustia y su desesperación.
En un pueblo tan pequeño la mayoría es familia y se conocen todos los secretos. Los comentarios se convierten en calvario, se hacen alfileres que se clavan en el corazón, debilitándolo por momento. Porque como bien dice el dicho popular “cría mala fama y échate a morir; cría buena fama y échate a dormir”.
¿Habría sido igual, si se pudiera haber reunido con otros cuentistas como ocurre actualmente? Yo creo sinceramente que no. No todo el mundo es tan insensible e hipócritas como aquellos compañeros de estudios, que amargaron su vida hasta el punto de que a él le importó un pimiento dejarla escapar.
Aún recuerdo el grito desgarrador de su madre a través del blog y el interrogante del porqué, para aliviar un poco aquel enorme dolor que le partía el alma. Pobre mujer, debe ser horrible sobrevivir a un hijo y comprobar como todos pudimos ver, aquel intenso odio e irresponsabilidad de algunos niñatos y niñatas, que utilizaron el dolor de una madre para lavar sus conciencias y reprocharse los unos a los otros el daño que habían hecho a Kiko.
Hoy quizás, además de conocer más a los cuentacuentos, el foro de la nueva página lo tendría distraído e incluso hubiera podido pedir ayuda a través de algunos de sus apartados.
He de reconocer que estuve muchos meses enfadada con él. La valentía que tuvo que sacar para hacer lo que hizo, la podría haber utilizado para pedirnos ayuda. Pero hoy analizando la frustración y la desesperación que tuvo que sentir desde su corta edad y su inmadurez, quiero reconciliarme y decirle bajito que lo quiero.
Sin querer, hiciste que todos aquellos que te hicieron daño, no puedan vivir en paz el resto de sus vidas.
Para nosotros eras importante por tu gran corazón y por tu condición como persona y repudiamos a todos los que te quisieron catalogar de otra cosa.
Roc
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