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domingo, 20 de marzo de 2011

Cuentacuentos "La lucha por la libertad de elección"

Cuentacuentos.-

La lucha por la libertad de elección


"Tras varios días de espera, decidió reanudar la marcha sola".
Las cosas no eran igual a principio de los años sesenta. Entonces las mujeres se preparaban para ser madres y esposas y nadie pensaba que pudieran tener otras aspiraciones en sus vidas. Eso le ocurrió a mi madre y a su hermana, mi tía, que era una mujer de mucho carácter y que nunca estuvo dispuesta a ser tratada de forma diferente a sus hermanos varones. A ellos si se les animaban a estudiar en la universidad y se les hacían saber con frecuencia lo orgullosa que se sentía toda la familia de que llegaran a ser unos buenos abogados, médicos, ingenieros, etc....
No, mi tía Cecilia, no sentía ninguna vacación de esposa abnegada y sacrificada. Ella quería estudiar una carrera de Ciencia y estaba dispuesta a todos los sacrificios necesarios con tal de lograrlo. Nadie en casa la comprendía. Todos opinaban que para qué iba a perder el tiempo, si cuando tuviera hijos tendría que aparcar sus estudios o su trabajo. En realidad a nadie le preocupaba que fuera una persona mucho más inteligente que sus hermanos varones y que lo único que impedía realizar su sueño era haber nacido con el sexo femenino.
Mi tía era todo lo contrario que su hermana Marta, que era mi madre. Una mujer dulce, que necesitaba ser guiada y que nunca expresaba una opinión distinta a la de su padre, marido o hermanos. Ella si tenía muy asumido su papel de mujer de su tiempo y encontraba lógico que el hombre estudiara, trabajara y buscara el sustento de la familia y ella se encargara de parir, educar a sus hijos y mantener el hogar unido, con la comida a sus horas y toda la ropa lista, lavada y bien planchada. Mi madre era y es de las que repite frecuentemente que un hogar no es hogar si la madre trabaja y no está en casa cuando regresan el marido y los hijos...
Todo un año estuvo mi tía Cecilia, tratando de convencer a su hermana, para que ambas se fueran a Francia, donde podrían estudiar y labrarse un futuro sin tener en cuenta su sexo. Sus argumentos eran muy válidos, ya que por aquel entonces, ninguna de las dos tenían novios y nadie sabía lo que sería el futuro... Mas cuando una mujer que llegaba a los treinta años sin casarse, ya era considerada una solterona y el sello la condenaría a quedarse sola o a casarse con algún viudo, que más que necesitar una mujer, lo que buscaba era a alguien que le cuidara la casa y le criara a los hijos que habían quedado huérfanos de madre.
Así fue como las gemelas Cecilia y Marta, tomaron caminos distintos en la vida. Hasta los dieciocho años, las dos habían estado siempre juntas, pero al mismo tiempo, nunca hubo nadie más distanciadas que ellas en realidad. Mi madre conoció ese año al que sería mi padre. Se hicieron novios y se casaron justo tres años más tarde. Hoy llevan juntos la friolera de cuarenta y siete años casados y francamente siguen siendo un matrimonio envidiable....
Mi tía Cecilia, marchó sola a París, donde estudió su ansiada carrera y donde se estableció como una eminente química. Nunca se casó y se deshace en regalos y muestras de cariño con nosotros sus sobrinos. Lo curioso del caso es que cuando se reunen en Navidad y verano, mi madre sigue pensando exactamente igual y no cambiaría nada de su vida y en cambio mi tía, repite con mucha frecuencia que daría todo lo que tiene por tener una familia como la de mi madre. Bastante curioso ¿Verdad...?
Hoy, pienso muchas veces en las diferencias que hay entre mi tía y mi madre y lo que saco en conclusión es que ambas son muy loables y las dos tienen razón. Lo importante es saber respetar lo que necesite cada persona sin imposiciones ridículas.. Quizás si el hecho hubiera ocurrido ahora, mi tía no seguiría soltera y podría tener su propia familia. Pudo vencer muchas dificultades, pero no pudo encontrar a ningún hombre de la época, que quisiera casarse con una mujer que estaría más tiempo fuera que dentro de casa y que seguramente cobrara más que él. Pero esto es otra historia....


Para leer muchas y buenas historias que comiencen con la frase "Tras varios días de espera, decidió reanudar la marcha sola" sólo tienes que clicar en el siguiente enlace:
http://www.elcuentacuentos.com/

12 comentarios:

Shaylee dijo...

Un relato que describe a la perfección la vida de nuestras madres o abuelas en aquellos momentos. Cada una persigue sus sueños pero ninguna de las dos debería arrepentirse de ello, es una pena que una mujer halla tenido que renunciar a tener su propia familia por perseguir sus sueños de tener su propia carrera.

Me gusta tu relato. besos.

Jan Lorenzo dijo...

Cuanta verdad se esconde tras tus palabras. Las pioneras de aquella época consiguieron con esfuerzo labrar el presente que ahora empezamos a disfrutar (aunque aún nos queda mucho por delante), pero para ellas fue tan duro que tuvieron que sacrificar muchas cosas a las que ahora no tendríamos que renunciar...

Me ha gustado mucho guapa! A seguir escribiendo!!

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

Hell dijo...

Lo que es la vida. Con una institución tan fuerte como la familia. Pero las épocas cambian y la mujer que marchó a Francia en busca de un futuro menos misógino a cambiado tanto como la vida en sí misma.
Una tradición tan arraigada, con tantísimos años de labranza, no puede torcerse en "tan poco tiempo" (relativamente hablando en decenios en comparación con siglos).
Son maneras de ver la vida. De experimentar. De vivir.
Y cada uno, creo, que hace lo que mejor le conviene en aquel preciso instante. Es lo que piensa. Luego, el tiempo le dará la razón, o no.

Mucho sentimiento veo en este relato. ¡Pero me ha encantado!

Espero leer más de ti la semana que viene!!!

Besos!

Hell.

Jan Lorenzo dijo...

Acabo de ver tu comentario en mi relato, te diré que mientras escribía el relato no dejaba de pensar en Ana Frank. Quizá son de especies diferentes y de épocas diferentes, pero compartían los mismos temores...

No sé si continuará el relato o no, yo lo había dejado para que ese fuese el final, el temor de saber que no tenía a nadie más, que todo había llegado a su fin...

Jara dijo...

Lo que es la vida y como cambia todo! Siempre añoraremos aquello que no tenemos. Es duro elegir y no poder tener ambas cosas por esas circuntancias que narras en el relato.
Por suerte y como ya han dicho por ahí los tiempos cambian y hubo gente que no abrió el camino.

saludines.

Pugliesino dijo...

Un relato en donde además del contenido personal posee uno social que refleja un escenario, bellamente narrado, donde la mujer luchaba con mayor ilusión si cabe por alcanzar sus sueños.
Luchando contra el muro de discriminación pero sin perder energías en esa lucha para estar al mismo tiempo con los suyos, en una labor diaria, constante en un mundo que tardó mucho, demasiado, en cambiar, bueno aun está en ello.

Felicidades, un abrazo

Pugliesino dijo...

Hola de nuevo Roc!
He tratado tanto de aumentar la fuente como de probar con otras que facilitan la lectura, y en el recuadro de la entrada se muestran los cambios, pero a la hora de darle a publicar no aparecen reflejados en el blog luego :( Y no sé como hacer o que es lo que se me pasa por alto, con el temor de que en una de las pruebas creí haber perdido la historia con los comentarios!

Pero haré para que esta como las siguientes entradas que haga facilite su lectura, y gracias por mencionarlo porque de hecho no me di cuenta como veras a lo largo del blog, descubriendo hoy que esa fuente es la prederteminada, pero lograré cambiarla :)

Jope cuanto tiempo ha pasado, me acuerdo de los space aun :) me alegro mucho que volvamos a reencontrarnos ¡un abrazo enorme Roc!

Roc dijo...

Carlos, creo que se hace en opciones avanzadas.
¡¡Qué penita me da que hayan cerrado los Spaces... Tanto tiempo como invertimos en ponerlos personales y añadir muchas otras herramientas...
No es justo que lo hayan hecho, porque con diferencia eran los blogs más bonitos y tenía un montón de cosas que no se le aproxima ninguna atra comunidad, incluida esta en la que ahora escribimos.
Yo te dije lo del tamaño de la fuente, porque es verdad que cuesta leerlo, pero si no lo puedes cambiarlo, no te preocupes, porque se amplía y se lee cómodamente....

Natalia dijo...

Hola, Roc. Soy Natalia y por casualidad he llegado hasta este tu espacio. Creo que voy a pasearme por él un buen ratito :)

Saludos

Roc dijo...

¡Hola Natalia! Encantada de recibirte, aunque no tengo demasiadas cosas publicadas en este blog.
Pronto iré yo a visitarte a ti y espero que este intercambio sea el principio de una bella amistad virtual.

atenea dijo...

Si es que, a veces, luchamos tanto por conseguir algo que lo conseguimos, pero puede que perdamos otras cosas por el camino. Lo malo es que para tu personaje en aquella época era o una cosa o la otra, aunque lo ideal fuera equilibrar vida personal y laboral.

Me ha gustado mucho, nos hace pensar en cuánto ha cambiado la sociedad en algunos aspectos en muy poquito tiempo jeje

Besos!! :)

Natalia dijo...

Buenos días, Roc :) Me has comentado de tu pasión por la pintura, y me has hablado de otro blog tuyo donde podré encontrarla, pero... ¿dónde está es blog? Me encantaría verlo porque a mi también me gusta mucho la pintura.

Un abrazo